La tensión era palpable en el palco ejecutivo mientras Matheus Cunha, delantero brasileño de los Wolves, se mordía las uñas. La importancia del partido era evidente para él y para cada aficionado de los Wolves en Molineux.




La ausencia de Cunha, su jugador decisivo, por sanción, hacía que el final de temporada fuera aún más incierto para los Wolves. Su creatividad y capacidad goleadora se echaron mucho de menos en este partido.
A pesar de la falta de su máximo goleador, los Wolves lograron rescatar un punto gracias al primer gol de Marshall Munetsi con el club.
Por otro lado, David Moyes, técnico del Everton, se mostró satisfecho con el empate, que extendió la racha invicta de su equipo a ocho partidos. Desde su llegada en enero, Moyes ha revitalizado al Everton, alejándolo de los puestos de descenso.



En los primeros minutos, el Everton mostró más iniciativa. Jack Harrison abrió el marcador en el minuto 33, respondiendo al desafío de su entrenador de ser más decisivo en ataque. Este fue su primer gol en 40 partidos.
Sin embargo, la alegría del Everton duró poco, ya que los Wolves reaccionaron rápidamente y empataron el partido siete minutos después. Marshall Munetsi marcó su primer gol con los Wolves tras un excelente pase de Jean-Ricner Bellegarde.
En la segunda mitad, Munetsi no pudo continuar debido a una molestia, siendo sustituido por Pablo Sarabia. El partido se animó en los minutos finales con ocasiones para ambos equipos, pero el marcador no se movió, finalizando con un empate 1-1.