
Arsène Wenger está pidiendo un cambio controvertido en la regla del fuera de juego, uno que, según él, podría poner en peligro a las defensas.
Wenger, de 75 años, hizo estos comentarios en la transmisión de beIN Sports durante la cobertura de un partido de semifinal de la Liga de Campeones.
Durante la transmisión, Wenger, quien ahora trabaja para la FIFA como Jefe de Desarrollo de Fútbol Global, ofreció una actualización sobre el estado de la regla del fuera de juego.
Sugirió que la regla probablemente será revisada, en parte debido a las continuas controversias en torno a la implementación del VAR.
El ex entrenador del Arsenal siente que el VAR ha eliminado la “ventaja” que solían tener los atacantes, lo que resulta en menos goles.
Explicó que la interpretación actual con el VAR elimina la ventaja que los atacantes obtuvieron con el cambio de regla de 1990, que buscaba aumentar la anotación dando el beneficio de la duda cuando estaban al mismo nivel. Wenger recordó que antes de 1990, estar en línea con la defensa se consideraba fuera de juego, lo que resultaba en pocos goles. La regla de 1990 cambió esto, beneficiando al atacante en caso de duda. Con el VAR, esta ventaja marginal desaparece.
Wenger señaló que en Inglaterra, por ejemplo, se han anulado muchos goles por fuera de juego milimétricos, lo cual es frustrante. Su propuesta es que un jugador no esté en fuera de juego “mientras cualquier parte de su cuerpo [que pueda marcar un gol] esté en la misma línea que el defensor”.
Según Wenger, el IFAB (International Football Association Board) tomará una decisión al respecto dentro de un año.
Sin embargo, la idea revolucionaria de Wenger ha sido mal recibida en las redes sociales.
Algunos aficionados argumentan que haría la defensa “imposible” y daría a los atacantes una “ventaja injusta”, lo que podría obligar a los equipos a adoptar posturas defensivas profundas.
Un usuario comentó: “Esperen a que los equipos abandonen la línea defensiva alta debido a esta regla.”
Otro comentario sugirió que la propuesta “tendría un efecto dominó”, reduciendo los partidos entretenidos ya que “la mayoría de los equipos ahora tendrían bloques bajos” (se sentarían atrás).
Algunos pocos aficionados apoyaron a Wenger.
Comentarios a favor incluyeron “Arsène sabe” y “Este hombre entiende el juego”.
Otro comentario de apoyo simplemente decía: “Muy bien, Sr. Wenger.”