El partido del Mundial de Clubes entre Boca Juniors y Auckland City tuvo que ser suspendido temporalmente.
Los jugadores de ambos equipos se retiraron del campo en el minuto 55 debido a una advertencia meteorológica.
El gigante argentino, Boca, estaba empatando 1-1 con el club amateur de Nueva Zelanda cuando el encuentro fue detenido.
El árbitro Glenn Nyberg tomó la decisión de pausar la acción ante la amenaza de una tormenta eléctrica en Nashville.
Mientras tanto, en el Grupo C, el Benfica venció al Bayern Múnich por 1-0 en Charlotte.
En escenas algo extrañas, los jugadores de Boca Juniors regresaron al campo 40 minutos después, con su eliminación del torneo ya confirmada por la victoria del Benfica.
Esto pudo haberse reflejado en su rendimiento durante el resto del partido, ya que Auckland City mantuvo a raya a los argentinos para conseguir el resultado más notable de su historia.
Este encuentro fue la quinta vez que un partido del Mundial de Clubes se suspende desde que comenzó el torneo hace nueve días.
El partido entre Ulsan y Mamelodi Sundowns sufrió un retraso de más de una hora debido a los rayos.
El RB Salzburgo contra Pachuca fue pausado durante 90 minutos por una tormenta eléctrica.
Las tormentas repentinas provocaron que el Palmeiras contra Al Ahly se detuviera durante 40 minutos.
Y Auckland City no es ajeno a los retrasos, ya que su anterior enfrentamiento contra el Benfica fue suspendido durante dos horas.
Las temperaturas en todo Estados Unidos han sido de hasta 40°C, con las principales ciudades bajo una advertencia meteorológica de “código rojo”.
El entrenador del Chelsea, Enzo Maresca, fue uno de los que se quejaron de las condiciones, afirmando que era “casi imposible entrenar” con ese calor.
El clima ha generado preocupación de cara al Mundial del próximo verano que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
Existe el temor de que los retrasos provoquen la salida de los aficionados de los estadios y causen problemas de programación para las cadenas de televisión.
Además, los jugadores podrían estar en riesgo de sufrir golpes de calor, agotamiento, deshidratación y otras lesiones si las temperaturas se mantienen tan altas.