Luis Suárez protagonizó una escena inusual al parecer intentar morder a un jugador durante un partido, deteniéndose solo al darse cuenta de que se trataba de un compañero de equipo.
Este curioso incidente tuvo lugar en el partido de vuelta de cuartos de final de la Concacaf Champions Cup entre el Inter Miami y su rival de la MLS, LAFC.

La tensión era palpable en Florida después de que el equipo californiano venciera 1-0 en el partido de ida.
Sin embargo, Lionel Messi y compañía lograron remontar con una victoria en casa por 3-1, asegurando un marcador global de 3-2.
A pesar del resultado favorable, las tensiones se desbordaron al final del partido cuando jugadores de ambos equipos se enfrentaron tras una dura entrada.
En el centro del altercado se formó un tumulto, con Suárez en el ojo del huracán.
La estrella uruguaya, ex jugador del Liverpool y Barcelona, fue sujetado por el cuello de su camiseta.
Reaccionó girándose con enfado y pareció dirigir un mordisco hacia el brazo que le sujetaba.
No obstante, Suárez se detuvo inmediatamente al percatarse de que el brazo pertenecía a su compañero del Inter Miami, Jordi Alba.
Los aficionados no tardaron en reaccionar en las redes sociales. Un usuario comentó: “Fuego amigo”.
Otro bromeó: “Suárez es único”.
Un tercero apuntó: “Mecanismo de defensa”.




Otro usuario añadió: “Necesita que alguien le trate esa costumbre”.
Este último comentario alude al conocido historial de Suárez de morder a varios oponentes.
Mordió a Giorgio Chiellini durante el partido del Mundial 2014 en el que Uruguay se impuso a Italia.
Y un año antes, Suárez mordió a Branislav Ivanovic del Chelsea cuando jugaba en el Liverpool.
Aquello le costó una sanción de 10 partidos por parte de la FA, mientras que su mordisco a Chiellini le supuso una suspensión de nueve partidos internacionales que se extendió durante 21 meses.