Este es el escalofriante momento en que un futbolista brasileño se golpea la cabeza contra un muro al borde del campo tras caer al suelo mientras disputaba el balón con un rival.
El defensa Melkzedeck de Sousa Fernandes se salvó de morir tras impactar de cara contra la estructura de hormigón después de una entrada cerca del área de gol del equipo contrario.
El partido se detuvo mientras los jugadores corrían a ayudarle, temiendo que hubiera sufrido una lesión grave y que las cosas pudieran empeorar.
El futbolista, más conocido por su nombre abreviado de Melk, fue retirado en camilla y trasladado al hospital en ambulancia.
Su club, el Atlético Piauiense, reveló que la herida facial del joven de 20 años había necesitado puntos de sutura, pero los médicos les habían dicho tras las pruebas que no podían ver ninguna evidencia que apuntara a que sufriera efectos graves y duraderos.
El incidente ocurrió ayer durante el partido a domicilio del equipo contra el Parnahyba Sport Club en la liga Serie D de Brasil.
Imágenes del escalofriante incidente mostraron a Melk, con la camiseta número 22, llevándose la mano derecha a la cabeza mientras yacía semiconsciente en el suelo tras su brutal colisión.
Rivales, incluido el defensa que le había ganado el balón cuando se acercaba al área de gol del equipo contrario, se unieron a las llamadas urgentes de una ambulancia, que entró en el campo momentos después para poder llevarse al jugador lesionado en camilla.
Melk estaba claramente consciente pero aturdido mientras lo introducían en la parte trasera de la ambulancia con sangre saliendo de una herida en el costado de la cabeza.
El Atlético Piauiense, que ganó el partido 3-1, dijo en un comunicado en sus redes sociales durante la noche: “Melk fue ingresado en el Hospital Dirceu Arcoverde donde fue atendido y le dieron puntos”.
“Está consciente y bien.”
“Continuamos monitoreando su evolución y brindándole todo el apoyo que necesita”.
Aficionados y personas bienintencionadas reaccionaron ofreciendo su apoyo al jugador.
Otro añadió: “Ese muro debe ser retirado de donde está”.
En 2015, un futbolista argentino murió tras chocar contra un muro al borde del campo durante un partido.
La Asociación del Fútbol Argentino comenzó a exigir que los muros junto a los campos se cubrieran con láminas protectoras acolchadas tras la tragedia de Emanuel Ortega.
El futbolista de 21 años, que jugaba en el San Martín de Burzaco, equipo de cuarta división en la región de Jujuy, en el noroeste de Argentina, perdió la vida en mayo de 2015 tras 11 días en el hospital.
Estuvo en coma inducido en ese momento tras una cirugía para aliviar la presión en su cerebro.
El muro contra el que se estrelló dividía el campo de las gradas. Se golpeó la parte posterior de la cabeza cuando perdió el equilibrio y cayó al suelo tras una entrada de un jugador rival que fue el primero en reaccionar y pedir ayuda para el futbolista inconsciente.
Adrián Montoro