





Una estrella del fútbol provocó una pelea masiva al plantar la bandera de su equipo en el centro del campo de su acérrimo rival tras vencerlo en un tenso derbi.
El equipo belga Club Brugge derrotó el domingo a su odiado vecino, el Cercle Brugge, por 3-1 en el estadio Jan Breydel.
Sin embargo, la estrella del Brujas, Ardon Jashari, de 22 años, quiso restregar aún más la derrota a sus rivales.
Se vio al centrocampista suizo corriendo hacia el campo con una bandera azul y negra -los colores del Club Brugge-, que intentó plantar en el círculo central del terreno de juego.
Sin embargo, ya sufriendo la ignominia de perder en casa ante sus rivales, los jugadores del Cercle se negaron a dejarle salirse con la suya.
Jugadores y entrenadores corrieron hacia Jashari mientras plantaba la bandera, antes de que el portero Maxime Delanghe la sacara de una patada y se la llevara.
Estrellas del Cercle, enfurecidas, se enfrentaron al joven de 22 años, y jugadores rivales de ambos bandos se vieron envueltos en un forcejeo, serenados por los intensos silbidos de la multitud.
Fue un momento que trazó paralelismos con el propio acto de plantar la bandera de Graeme Souness cuando -como entrenador- colocó una bandera del Galatasaray en el centro del campo tras una victoria por 3-0 sobre el Fenerbahce en la Copa de Turquía en 1996.
Aquel momento casi desató un motín, ya que las tensiones amenazaron con desbordarse entre los rivales de Estambul.
El caso de Bélgica el domingo fue más discreto que el incidente de entonces, aunque Jashari será casi con toda seguridad el enemigo público número 1 para cualquier aficionado del Cercle Brugge.

Cercle Brugge y Club Brugge comparten el estadio de 29.000 espectadores en Brujas.
Es un acuerdo similar a la forma en que el Inter de Milán y el AC Milan comparten San Siro, lo que ha sido el caso desde 1947.
El propio partido se produjo después de que el Club Brugge, en calidad de “visitante”, sufriera una derrota por 3-1 ante el Aston Villa en los octavos de final de la Liga de Campeones a mitad de semana.
El estadio, propiedad de la ciudad, fue construido en 1975 y albergó cuatro partidos durante la Eurocopa 2000: tres partidos de grupo y un cuarto de final entre España y la eventual ganadora, Francia.