Reemplazar a Txiki Begiristain, la mano derecha de Pep Guardiola durante 12 años y un amigo personal cercano, ya es de por sí una tarea formidable.
Pero, ¿y si el nuevo trabajo implica supervisar la renovación masiva de un club que ha dominado el fútbol inglés durante casi una década?
Ahora eso sí que es suficiente para que a cualquiera le tiemblen las rodillas.
Sin embargo, cuando Viana comience a trabajar oficialmente en junio, será el nuevo director de fútbol del City —tanto como Guardiola— quien sea responsable de remodelar el futuro.
Casi la mitad del equipo que ganó cuatro títulos de la Premier League consecutivos que batieron récords —pero que nunca ha estado en la lucha por un quinto— se acerca a su fecha de caducidad.
Después de una lección de la Liga de Campeones del Real Madrid que los dejó fuera de los octavos de final por primera vez en 12 años, incluso el entrenador Guardiola admitió que era el final de una era.
Kyle Walker se ha ido; Ilkay Gundogan parece estar en su última temporada, y grandes dudas se ciernen sobre Kevin De Bruyne, Ederson, John Stones y Bernardo Silva. Se necesita una cirugía urgente y mayor.
Algunos dudan de si el propio Guardiola seguirá adelante los dos años restantes de su contrato.
Viana, uno de los centrocampistas más elegantes de Europa como jugador, se enfrenta a una misión tan intimidante que muchos se rendirían antes de empezar.
Pero no el nuevo jefe del Sporting. Él sabe lo que es entrar en un club en VERDADERO desorden.
Dos meses antes de que Viana llegara al equipo de Lisboa en agosto de 2018, aficionados furiosos irrumpieron en el campo de entrenamiento después de no clasificarse para la Liga de Campeones, atacando a jugadores y personal.
Siete estrellas —incluidos cuatro de la selección portuguesa para la Copa del Mundo— rescindieron sus contratos, aunque Bruno Fernandes se quedó después. Era un club en caos.
Pero el ojo de Viana para el talento y el toque de Midas en el mercado de fichajes trajeron un doblete de copa nacional en su primera temporada y el primer título en 19 años al siguiente.
También hubo un lado despiadado, pasando por tres entrenadores en 15 meses, antes de apostar por un novato no probado del Braga como Ruben Amorim.
El segundo de ellos fue Jorge Manuel Rebelo Fernandes, conocido por los aficionados de los Wolves como Silas, quien solo jugó 14 partidos en tres años pésimos en Molineux.
Sin embargo, a pesar de ser despedido por Amorim después de seis meses, todavía cree que su viejo amigo portugués de sus días de jugador no tendrá problemas para manejar la presión en el City.
Silas, ahora entrenador del União Leiria, insistió: “Tienes que darte cuenta de que Hugo fue al Sporting casi sin experiencia como director deportivo cuando necesitaba una reconstrucción total.
“Hubo una rebelión interna, los aficionados fueron violentos y hombres clave como William Carvalho, Rafael Leao y Rui Patricio —la columna vertebral del equipo— se fueron, muchos gratis.
“Fue una gran pérdida económica para el Sporting y, unos meses después, Hugo me pidió ayuda, y no puedes decirle ‘no’ a un amigo.
“Lamentablemente, llegué en medio de una crisis, pero en esos momentos difíciles, con todos estos problemas, Hugo hizo un trabajo fantástico.
“Trabajé con él durante seis meses, pero vi su capacidad para revivir un club que estaba en caída libre cuando otros habrían tirado la toalla o se habrían derrumbado.
“Pero Hugo siempre estuvo muy tranquilo, nunca se enfadó y los resultados en su mandato hablaron por sí solos. No hay duda de que él fue la piedra angular del resurgimiento.
“El Sporting fue un curso intensivo para él donde aprendió a resolver problemas en un entorno de alta presión”.
El éxito destacado de Viana es su capacidad para reconstruir un equipo, y cuando llegó Amorim, lo hizo prácticamente desde cero. El City quedó ciertamente impresionado.
Silas añadió: “Hugo trajo a jugadores como Pedro Porro, Joao Palhinha y Morten Hjulmand, e hizo millones con la venta de Bruno Fernandes, Manuel Ugarte, Matheus Nunes y otros.
“No me sorprende que el City no dudara en ficharlo.
“En Pep, tienen al mejor entrenador del mundo y estoy seguro de que los dos trabajarán bien juntos.
“Hicieron la elección perfecta”.