Aturdidos por Ibiza y empapados de playa, los campeones de Arne Slot recibieron una sorpresa junto al mar.
Jack Hinshelwood del Brighton, saliendo del banquillo, anotó el gol de la victoria en el minuto 87 en un emocionante partido de remontada de cinco goles en el Amex.
Esto dejó al entrenador del Liverpool, Slot, con otro dolor de cabeza, después de haber pasado la última semana de fiesta y copas en Ibiza para celebrar ser coronados reyes de la Premier hace casi un mes.
La plantilla de los Reds también disfrutó de una salida de fin de temporada en Oriente Medio, y dado que su racha sin victorias se extendió a tres partidos, se puede decir con seguridad que están completamente “en la playa”.
Conor Bradley demostró su valía ante el suplente no utilizado y futuro jugador del Real Madrid, Trent Alexander-Arnold, con una hermosa asistencia en el minuto nueve para que Harvey Elliott abriera el marcador.
Y Dominik Szoboszlai anotó un golazo involuntario para recuperar la ventaja después del empate de Yasin Ayari en el minuto 32, solo para que el suplente Kaoru Mitoma volviera a igualar en el minuto 69.
El internacional japonés solo llevaba cuatro minutos en el campo, pero fue superado por Hinshelwood, cuyo gol llegó 78 SEGUNDOS después de su entrada.
El VAR hizo todo lo posible por frenar las locas celebraciones de Hinshelwood por un fuera de juego ajustado, pero los `Seagulls`, octavos en la tabla, todavía sueñan notablemente con Europa de cara a la última jornada, necesitando aún que el Chelsea termine séptimo y gane la Europa Conference League.
Desde que aseguraron el título en casa contra el Tottenham el 27 de abril, el Liverpool ha perdido contra el Chelsea y empatado contra el Arsenal, pero Slot siguió arriesgando con sus elecciones en la alineación.
El capitán Virgil van Dijk fue relegado al banquillo, sin empezar un partido de Premier por primera vez esta temporada, lo que significó que Mohamed Salah comenzó un partido del Liverpool como capitán por primera vez.
Sin embargo, los primeros indicios mostraban que los visitantes estaban listos para este partido. Cody Gakpo recortó hacia adentro y rozó el poste izquierdo de Bart Verbruggen con un disparo curvo y potente.
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Eso fue hasta que el Brighton comenzó a presionar y hacer lo que han llegado a dominar con Fabian Hurzeler: controlar el juego y crear oportunidades sin anotar.
A Simon Adingra le estaba dando un duro trabajo por la derecha a Bradley en particular, un joven ya famoso en Anfield por anular a Kylian Mbappé.
Pero el Brighton pronto fue castigado por su falta de contundencia cuando el pase diagonal de Szoboszlai fue voleado por la línea por Salah para Bradley.
El norirlandés demostró que tiene tanto astucia como garra: le hizo un caño a Pervis Estupiñán, regateó con la cadera para dejar atrás a Adam Webster y asistió a Elliott para que rematara a placer.
“Solo hay un Conor Bradley”, cantaba la grada visitante. Otra puñalada en el corazón de Alexander-Arnold y un recordatorio inoportuno de que sus queridos `Scousers` han encontrado un nuevo héroe.
Cuando no estaba siendo presionado y puesto en apuros por los enérgicos extremos del Brighton, Bradley disfrutaba del partido, acercándose a marcar un gol propio momentos después, con un disparo con el interior del pie que se fue desviado por poco.
Los locales no perdieron la fe. Danny Welbeck debería haber rematado de cabeza un centro de Adingra.
Slot caminaba inquieto, y Ayari finalmente concretó tras una hermosa jugada de atrás hacia adelante. Welbeck habilitó a Gruda, cuyo globo sobre una estática defensa del Liverpool fue convertido con frialdad.
¿Les estaba pasando factura la fiesta a los campeones? Todo se estaba volviendo un poco descuidado hasta que Szoboszlai dio un paso adelante para sorprender a los aficionados locales y a la mayoría de sus compañeros.
Una jugada de falta inofensiva vio a Elliott pasarle el balón al húngaro. Con mucho espacio, lanzó un disparo, ¿o un centro?, desde la derecha del área que superó a Verbruggen y se coló en la red lateral.
Su celebración discreta y su sonrisa de vergüenza lo dijeron todo. Slot reaccionó llevándose las manos a la cabeza con incredulidad. Deliberado o no, el Liverpool volvía a tener el control.
Pero el Brighton no se rindió. Continuaron atacando a su oponente con admirable valentía. Alisson desvió un tiro libre bajo de Welbeck.
Los cánticos de “attack, attack, attack” continuaron después del inusual fallo de Salah en el minuto 54 desde siete metros, brillantemente generado por la audaz carrera de Gakpo por la izquierda.
Alisson continuó su misión personal de negarle a Welbeck su undécimo gol de la temporada en la Premier, pero el suplente Mitoma aprovechó un rebote.
El jugador japonés solo llevaba cuatro minutos en el campo, pero demostró un instinto asesino que a sus compañeros les había faltado.
Otra pareja de suplentes inspirados por Hurzeler propició el gol de la victoria: un balón de Matt O`Riley a través del área pequeña fue rematado por Hinshelwood. Los `Beach Boys` superaron a los chicos “en la playa”.
Diego Pereira 
Adrián Montoro